miércoles, 22 de diciembre de 2010

Dicen que nada es imposible.


Recuerdo que hace años alguien me dijo que debería tener cuidado cuando se trata del amor, y lo hice.
Pero tú eras fuerte, y yo no. Mi ilusión, mi error. No tuve cuidado, lo olvidé, lo hice.
Ahora cuando todo ha terminado, no hay nada que decir. Te has ido y sin esfuerzo, has ganado.
Puedes seguir adelante, ahora ya puedes decirles todo lo que sé, grítalo desde lo más alto, escríbelo en el cielo.
Que todo lo que tuvimos ya no existe, diles que fui feliz y que ahora mi corazón está roto, que todas mis cicatrices están abiertas, diles que todo lo que esperaba era imposible.
Dejar de amar es difícil, la caída por una traición es peor, con la confianza rota y también los corazones, y lo sé.
Pienso que todo lo que necesitas está allí, que hay que tener fe en el amor y en las palabras, y que las promesas vacías se acabarán.
Y ahora cuando todo ha terminado, no hay nada que decir. Y si te sientes orgulloso avergonzándome, puedes ir por tu cuenta y decirles todo lo que ahora sé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario